Es increíble cómo
nos llenan de basura!
Independientemente
del Famoso virus que abunda en los muros de Facebook, hoy me llego a Hotmail un
mail que roza lo delictivo.
Honestamente los
spam poco me molestan, uso mucho Gmail, que filtra casi todo, y lo demás lo
distribuyo en otras cuentas en las que no me sorprende recibir toda clase de porquería.
Tampoco me ocupa demasiado eliminar los anuncios de Viagra o los Power Points
con fotos del último rincón maravilloso del mundo; en definitiva, me es indiferente.
Pero en el caso de hoy, la utilización de un niño enfermo no se sabe muy bien con qué fin, traspasa los límites de mi indiferencia.
Pero en el caso de hoy, la utilización de un niño enfermo no se sabe muy bien con qué fin, traspasa los límites de mi indiferencia.
Por eso acuso a
este servicio de patético y displicente ya que no es capaz ni siquiera de
diseñar un sistema eficaz de bloqueo de eventual correo no deseado, y que actúa
en este tipo de asuntos como si la vía de comunicación no tuviera ningún nexo
con lo espantoso que se está transmitiendo.
Pero sobre todo culpo a la ingenua que me lo ha enviado, y a los miles o millones de tontos y tontas en todo el mundo que creen que si reenvían un mail, su correo destinará 1 centavo a salvar la vida de este niño.
Pero sobre todo culpo a la ingenua que me lo ha enviado, y a los miles o millones de tontos y tontas en todo el mundo que creen que si reenvían un mail, su correo destinará 1 centavo a salvar la vida de este niño.
En fin, espero que
mi protesta no sea mal interpretada.
Claramente no publicare
las fotos del pequeño que desde su desvalida ternura me conmovió tanto como me
indigno.
Buenas Noches.