Me cuesta mucho convivir en armonía con la gente orgullosamente ratona, pendiente del precio de las cosas...
Me cuesta sostener una charla con aquellos que alegremente permiten que la baba se les eternice en la comisura de su boca. Eso da escalofrío, sépanlo...
Quería decir eso nomas, continúen con sus cosas.
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