ganas o fuerza de voluntad

Llevo bastante tiempo, no voy a revelar cuanto ya que me da pudor, en el que no tengo deseos de hacer nada. Nada sola tal vez sería mas preciso..
Es desolador porque no parece tener salida... está en uno mismo que esas ganas retornen.. O que cuando vengan, no sean de llorar, de dormir, de estar recostada, sola, pensando en esa ausencia de ganas...
A esto le llaman depresión algunos, otros sin saber que decir, optan por conformarme diciendo: "son etapas" a lo que generalmente se suma el comentario sobre lo sabio y sanador que es el tiempo en la vida de las personas.
Otros mas prácticos me enumeran las cosas que debo intentar hacer, actividades físicas, recreativas y de capacitación son las mejor rankeadas... yo prometo, y de verdad analizo estas opciones, pero lo que no se toma en cuenta es que precisamente no tengo ganas de hacer nada, y esa sensación de base es la que debería resolver.. o es que mi espíritu se convertirá por el hecho de transpirar en una clase de gimnasia, o mi desgano se irá magicamente por conocer gente nueva en algún curso?
Si es así de verdad quisiera saberlo! no estoy rechazando la teoría de ponerse en marcha! Pasa que en este tiempo mi desgano ha sido mucho mas fuerte que mi voluntad para imponerme realizar cosas ajenas a mi trabajo.
Cuando comenzó este año me dije a mi misma, como quien le cuenta a otro, que no iba a sobrevivir otro año como el anterior..Ahora sé que sí sobreviviré.. lo terrible es que es muy simple vivir de esta forma. Cómo voy a evitarlo, no lo sé..
Es una realidad que no se han dado las cosas tal cual quise, y aunque he luchado por revertirlas, no lo he logrado.. existen cosas que escapan a nuestra voluntad, no se puede entender el corazón y sentir de los demás, no se puede exigir la lealtad, el reconocimiento o al menos la piedad de los otros.
Creo que en mi oscuro interior espero de modo mezquino que "la vida me sorprenda!" y ese es el único postulado de manual que acepto y secretamente reivindico... todo lo demás es pura basura que acato con una sonrisa, para que el que me la dice se sienta bien por ayudarme y yo me sienta bien por haber logrado que cierre su boca.